Salmón y embarazo



Hoy vamos a hablar del salmón, en concreto de si se puede consumir mientras se está embarazada o en periodo de lactancia.

Es un post que llevaba tiempo dando vueltas debido a la diversas opiniones que he oído al respecto. Muchas chicas dejan de consumirlo por error y con ello cortan el aporte tan beneficioso de los ácidos grasos omega-3.

El salmón es un pescado azul. Posee alrededor de un 9-10% de grasa, lo bueno es que de ella poca es saturada y como digo yo, el resto es grasa buena, rico en ácidos grasos poliinsaturados. 

Vayamos por partes para aclararlo todo bien.

El miedo que existe acerca de si hay que tomar o no pescado en estas etapas se debe principalmente a dos razones: qué pescados contienen mercurio y en qué  cantidad y si también tienen anisakis.

Mercurio

Es un compuesto químico con efecto acumulativo en el organismo. NO se debe ingerir en exceso, puede dañar el sistema neurológico de los bebés, ya sea en periodo de gestación o de lactancia.

Aquí es donde entra el miedo. Imaginaréis que no todos los pescados lo contienen en igual cantidad. Los pescados de mayor tamaño se alimentan de otros más pequeños y con ellos el mercurio que estos pececillos tienen ya almacenado. Así y con el paso del tiempo, el efecto acumulativo es mayor. En resumen, podemos decir que hay que evitar los peces más grandes y que tengan una supervivencia mayor. Así el mejor ejemplo es el tiburón. 

Según la 'American Pregnancy Association' los que menos mercurio contienen son:

- Salmón
- Atún claro 
- Anchoas
- Sardinas
- Gamba

Se pueden tomar 3 raciones de estos pescados a la semana. Del atún blanco, una ración en semana.

Anisakis:

Es un parásito que se encuentra en los peces de agua dulce (truchas, percas ...) y el riesgo es menor en ostras, almejas, berberechos, mejillones y marisco en general (aunque se consuman crudos). 

En el otro extremo están los pescados más comunmente contaminados con el parásito: merluza, besugo, bacaladilla, boquerones, pescadilla, bacalao, etc.

En España muchos casos se explican por el consumo de boquerones en vinagre y sardinas a la brasa sin destripar y poco hechas. 

El parásito suele concentrarse en la ventresca y zona abdominal, mientras que escasea en la parte de la cola.

Hay que evitar consumir:


- Boquerones en vinagre y otros pescados en escabeche
- Sashimi, sushi, carpaccios y otras especialidades a base de pescado crudo
- Pescado marinado, por ejemplo ceviches
- Huevas de pescado sólo si están crudas o prácticamente crudas
- Arenques y otros pescados crudos preparados en salmuera
- Pescados ahumados de las especies: arenque, caballa, espadín y salmón (salvaje) del Atlántico o del Pacífico.
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¿Cómo lo evitamos?
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La medida principal es congelar el pescado a -20 ºC durante 24 horas o cocinarlo a 60 ºC durante 10 minutos. 
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Si no estamos seguros de si en la parte central, pegada a la espina, vamos a alcanzar esa temperatura lo mejor es haberlo congelado previamente.
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Si nuestro congelador no alcanza esa temperatura podemos comprarlo ultracongelado y así nos aseguramos que las larvas de Anisakis han muerto.


Conclusión:

El salmón debe consumirse en embarazo y lactancia
Los beneficios de los ácidos grasos omega-3 en el feto:

- Participan en la formación del sistema nervioso y visual del futuro bebé
- Mejora el desarrollo cognitivo

En la madre:

- Disminuyen el colesterol en sangre
- Disminuyen la tensión arterial y el riesgo de preeclamsia (tensión alta en el embarazo)
- Evita partos prematuros y aumenta el peso del feto
- Los niveles bajos aumentan la depresión


Si no queremos correr riesgos, evitaremos el salmón ahumado o en cualquier forma cruda y si lo congelamos muchíiisimo mejor.



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